SIGO EN MI CAOS Y HACIENDO AGUJEROS DE COLORES EN EL ESPACIO.

Hace ya un tiempo que no escribo nada, los problemas ajenos al arte me han tenido con la cabeza en otra parte, motivos de salud tanto mía como de mi familia, lo segundo sin importancia, incómodo pero con tiempo y paciencia lo que se rompe se recompongo, lo mío, más de lo mismo, problema, sólo la incomodidad, por lo demás bien, pero mis idas y venidas a clínicas, médicos por lo demás, todo bien si así Dios lo quiere, por mi parte, sin el menor problema.

Sigo con algo que me apetece mostrar, tal vez mostrarme más a mí mismo sobre mi pasado, mi entre pasado , mi presente y el sueño de mi futuro, la edad no es un inconveniente, pues pese a que digan arte joven y se refieren a artistas de menos de treinta años, yo lo acepto como la juventud fe una obra, nunca la de la edad del artista, ya encontraré como y de que manera se entienda este concepto por esos mediocres galeristas, críticos y sponsor que no distinguen sobre el arte nada más que la edad de ese futuro, tal vez, artista y no en su presente.

Hoy voy a darme una vuelta por lo que hace años pintaba lleno de ilusión que mezclo no con la intención de elementos comparativos, si no como la más lógica evolución de mi andar en este duro pero satisfactorio camino de las bellas artes. Tema que los que lo practicamos, los que nos llenamos de los sueños creativos lo disfrutamos ya que desde la primera raya no la creamos pensando en un beneficio económico como esos que dicen protegernos y que si no es por ellos seriamos como los toros, no existiríamos, por mi y cogidos de la mano se pueden en a la mierda como las ratas siguieron la flautista, estos siguiendo el camino de la “pela” pela que ellos ganan a costa del trabajo de unos seres que descargan sus vivencias sobre un blanco lienzo.

Este tema, sobre todo le de los críticos pienso tocarlo en profundidad, pues para mí no hay mejor critica que la de las personas que admiran el arte sin ser expertos peros sí sensibles, detalle que a esos reyes de la pluma con su jerga carecen de todo don de sensibilidad.

Este es Toffe, Cocker Spanel, fiel hasta la muerte de su amo y amigo de los amigos de su amo, jamás lo defraudo ni en casa ni en el campo cazando según le mandaban, su fidelidad y obediencia no deterioraban la grandeza de su raza, siempre se comporto cono un Cocker

Esta fue una de mis primeras experiencias en el mundo de la acuarela. Había pintado a nivel ilustración muchos temas de cuyo estilo estaba dentro de la escuela de Norman Rockwell’s, siempre había empleado tanto el gouache, los acrílicos como el oleo indistintamente. El tema estaba en que un conocido pintor, acuarelista, me reto a que no podría demostrar que pintar acuarela siendo experto del oleo. Lo que el memo no sabía, es que yo había practicado como digo al principio el arte de la ilustración para publicidad, portadas de libros y demás cosas de esa índole. Gané la apuesta, ese día comimos gratis otro pintor ya fallecido y yo a costa de la soberbia de un idiota.

Este cuadro titulado “El trapero” sigue la misma trayectoria que el anterior. Una vez metido en harina, encontré un gran filón para expresarme a través de pintar lo que para mí es motivo de rebeldía, una especia de queja social e intelectual a través de las imágenes mas simples que rodean una sociedad, para mi fue y es una manera de desordenar el caos en el que estamos inmersos.

Siguiré con mi historia donde el pasado le da sentido al presente y este presente es el camino del futuro.