No sé si todos llevamos un niño dentro o tal vez yo nunca deje de ser aquel niño que dibujaba vaqueros. Hoy y no sé porque algo me hizo volver a uno de esos momentos en que dibujaba historias de vaqueros, he cogido el lápiz y dibujé como lo hacía a mis siete años. Qué pena, entonces lo hacía soñando una historia que contar, un cuento de vaqueros, tal vez pensando en la película “Flecha Rota” de James Stewart, tal vez contarme algo de aquellos días y tal vez hoy lo hago consciente de de mi madurez, buscando la inocencia de entonces, la de indios y vaqueros. Quedó atrás aquelllos momentos, pero no en el olvido. Recuerdo la mesa oscura de comedor, mi libreta de tapas azules, las hojas cuadriculadas ese lápiz Faber y la goma de borrar Milán. La lámpara del techo, una luz tenue y una gran ilusión por dibujar mis vaqueros, era mi juego. Lo mejor de este momento es que la técnica de entonces no la he perdido y han pasado sesenta años desde que hacia estos dibujos. Con alegría descubro que aún se dibujar como en aquellos años y que los conocimientos adquiridos, los he podido apartar para volver por un momento a ser lo que un día fui, niño. Este es un homenaje que me lo hago a mí mismo, o tal vez aquel niño que soñó un día con pintar grandes obras. Mi mano sigue igual, mi cabeza ya no, ¿ahora piensa como adulto?. Tal vez aquel niño sigue vivo con sesenta años más.
ME HA GUSTADO MUCHO TU DIBUJO, PERO PARA TUS OBRAS NO TENGO PALABRAS, YA SABES COMO ME ENTUSIASMAN DESDE LA PRIMERA A LA ÚLTIMA. UN BESAZO DE TU FAN Nº 1
ResponderEliminarVer tus trabajos me maravilla, y si es con la msica de fondo ke has puesto... es el cielo.Pero como to lo leo,llege donde tu vicita a la clinica, tengo ke decirte ke hay lo pase mal, y por primera vez pase pagina. Lo siento con eso no pude.Me gusto el relato ke hacez de tu niñez.Hay nace el artista, eres muy bueno y desgraciadamente eso algunos tontos de capirote no lo soportan... pue ajo y agua jajajaja.
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